Transgénesis

Hola pueblrerin@s y Tóxic@s, he traido para iniciar con este trasegar por el compartir de las pelafustanadas que se me ocurren en este espacio (el cual agradezco enormemente y espero no defraudar) un relato que es el que da cierre a mi libro de cuentos Pelleza Deforma, espero que puedan disfrutarlo. Ofrezco excusas por el lenguaje que emplean los personajes, son irremediablemente vulgares como los otros seres que habitamos el mundo. Ahí les va. Transgénesis o un tarareo simple acompañado de una pelea dialógica.

 T: ¡Respete mis decisiones! Yo le dije a usted que no me trajera nada

A: Solo estoy preocupado por su gastritis, porque yo sé lo que es eso, yo también tuve, mire.

R: Ahora resulta que si le preocupa mi situación cuando durante estas dos semanas me había estado muriendo de dolor y a usted le había importado un sieso.

A: Exacto ¿Por qué no me recibe las frutas?

R: Parce de verdad no quiero. Ya entendí que usted es así y no le quiero recibir nada.

A: Recíbame al menos hoy y le prometo que no le vuelvo a traer nada.

R: Amar es lo contrario de odiar, odiar es la imposibilidad de amar manifiesta, es decir, tener que tragarse el amor porque uno no lo puede simplemente soltar a su manera ¿Si entiende?

Á: ¿Lo que me está diciendo es que usted me odia?

T: Lo que le estoy diciendo es que se abra, que no quiero sus putas frutas.

A: No son mías.

R: ¿Entonces de quién son?

A: Suyas ¿No ve que se las estoy dando?

R: Pues se las regalo.

A: ¿Yo para qué quiero frutas? ¡Yo no quiero nada suyo!

R: Recíbame las frutas que yo no las quiero para mí.

Á: ¡Ábrase! ¡Yo no quiero nada suyo! ¡Respéteme!

…

T: Yo ya entendí que usted es así, que usted es la puta última coca cola del desierto y lo sabe. Por eso es que actúa como actúa

A: ¿Lo dice porque actúo? No, quizá sea más bien por la música que tanto aplauso incauto tiene enlapado. Si lo dice por la habilidad de rata ahí si le creo.

T: Una de tres o be, todas las anteriores ¿Sabe qué? Llévese sus frutas

A: Que poder ser la última coca cola del desierto. El visaje es quién la encuentra. Una coca cola en el desierto se muere de sed, se explota de calor, se muere de deshidratación, de soledad. Creo que es la mejor definición que alguien alguna vez haya hecho de mí, soy la última coca cola en un desierto que es tan yo como el gas que se me anda escapando por las comisuras de la tapa. Soy la última coca cola que conozco por habitar este desierto y declaro en este hervor gaseoso que mi esencia ni siquiera tiene que ver con los árboles, sabor hecho por humanos máquina y sus artefactos. De ninguna fruta vengo y la fruta no me pertenece. Es tuya.

R: ¡Llévatela!

A: Es tuya maestra, palabra diciente, manos de dibujante en la lengua. Es para que las prepares con kéfir y se le sane pronto su gastritis.

R: ¡Yo no quiero esa fruta!

A: ¿Entonces cuál fruta quiere?

R: Otra.

Á: listo, tome esta.

T: Esa es la misma.

A: No, esta es una manzana, esta es una pera ¿No lo ve?

R: ¡Ay coma mierda!

A: Coma fruta con kéfir licuado, eso es bendito contra la gastritis.

R: Voy a fumarme un cigarrillo, váyase de mi casa.

A: Listo, me voy.

R: Yo no quiero ser una mierda, lo siento, pero váyase de mi casa.

Á: Tu y yo sabemos que todos somos una mierda, solo que algunas mierdas no llevan perfume.

T: Usted es un inconsciente.

A: No, soy una coca cola y las coca colas no pueden con las palabras.

Me quedé allí parado mientras ella me destapaba, se tomaba mi ser, y mi envase se llenaba del aire y el polvo del desierto de Sara.

La fruta era transgénica, no nació nada de todo ello.

Esta primera entrada que hago el dia de hoy es un poco para probar cómo es el asunto de cargar textos a esta página. Voy a estar intentando subir diferentes tipos de disertaciones, reseñas, ficciones y poemas por este medio para compartirles un poco de lo que piensa este tóxico lejos de su amada Contrata. De nuevo agradezco por el espacio, la portada es una captura de una película de Lanthimos que es su ópera prima y que no se las recomiendo, pero la foto me pareció pertinente. ¡Salud!